AMORES FUGACES Y SU MARIQUITEZ
Como en una centrifugadora, te sacuden la cabeza, te hacen perder el control.
Como en una máquina del tiempo, te hacen escribir en verso y recitar poemas.
Como un terremoto, te sacuden el cuerpo, te atemorizan y te emociona su fuerza natural.
Como un teorema cuántico, no los entiendes, no les ves lógica, pero te enganchan.
Amores fugaces de diez minutos, una hora como mucho tal vez, amores de una conversación o unos pocos mensajes.
Amores fugaces que, aun pidiéndote la una, se la das y nunca la querrán coger.
Amores fugaces que se evaporan como el agua al sol, que se los lleva el viento, como las palabras que por agradar instantáneamente o como las palabras que se burbujean en un alambique viejo y oxidado, salen a la atmósfera y se pierden.
El gusto por gustar, el placer de agradar, el beneficio de tener más atención, un orgasmo de importancia que todos queremos y necesitamos alguna vez.
Amores fugaces...
"Quédate a dormir conmigo"
"Compro un vuelo para ir a verte"
"Te invito a cenar fuera de casa"
"Tengo entradas para ir al teatro juntos"
Amores fugaces..
Nada más lejos de la realidad, todas con respuestas comunes, cualquier excusa es buena para aplazarlo.
Viniste para no quedarte, pero fue suficiente para soñarte.
Los sentimientos son desoladores por la falta de afecto, pero te paras a analizar la situación y no eres más que nadie y mucho menos eres quien para reprochar lo que luego eres el primero en hacer y decir.
Estrategias de escaqueo, formas varias de esquivar personas; mariquitez malabarista que llega hasta límites insospechados, que primero vemos en los demás y luego en uno mismo, en ocasiones ni eso.
Me ha gustado esa palabra.
¿Cuál?
Mariquitez.
La mariquitez que nos lleva a tener en cuenta silencios y palabras que realmente no tienen la importancia que podrían; jamás fueron con esa intención.
Por eso yo me pongo música en casa de la Jurado y la Pantoja, porque me siento mejor y más grande; porque me hace más pura y de mejor casta que las demás. Mi mariquitez, mejor que las demás.
Una mariquitez que puede creerse maestra y adoctrinadora de las demás sin embargo, no es más que la mariquitez novata que cree que tiene algo que aportar a esta vida y si no fuera así, no le queda más que hundirse y esperar salir a flote algún día si no se asfixia antes.
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