TRILOGÍA SOBRE EL AMOR. Capítulo 7.
Aquella fue la última vez que les vi, sí, hablamos por whatsapp, yo intenté coincidir con ellos para volver a verles, pero por trabajo u otro tipo de compromisos no volvimos a coincidir los tres, o tal vez fué la falta de interés... de hecho yo siempre he pensado eso.
Tras 3 o 4 intentos por mi parte de vernos, sin éxito, dejé de insistir. Me hacía ilusión cada vez que hablaban por whatsapp o cada vez que respondían a mis mensajes.
La verdad es que no hizo falta mucho tiempo para ver que Fran, de repente, tenía redes sociales como Instagram, comencé a seguirle y él me devolvió esa acción, yo estaba encantado, di likes a las 4 fotos que había publicado hasta el momento y él también dió likes a algunas de las mías, bueno, al menos sabría que era de su vida.
Sin embargo, Mikel si era totalmente anti redes sociales, no creo que fuera a saber de él de esa menera.
¿La verdad? Me inundaba la decepción y la apatía; no entendía cómo después de tal intensidad podían no hacer un esfuerzo por vernos de nuevo, no me importaba que fuera por serparado, pero yo quería verles, les quería en mi vida, conmigo, para mí.
Cada día me costaba más levantarme, mirando los mensajes en mi móvil antes de levantarme y después de acostarme a dormir... y nada... nada de nada! nada de nada.
Dejé de escribirles; desistí en mis intentos, en mi insistencia, en mi dedicación, en mi amor por estos dos grandes desconocidos. Porque pensando fríamente, ¿de qué les conocía? ¿Cuánto les conocía?
Para un mayor choque... la quinta foto que publicó Fran en su Instagram estaba acompañado de un chico muy guapo, mirándose a los ojos, pensé: "no puede ser"
Leí el pie de foto y efectivamente, Fran ahora tenía novio.
No supe qué pensar, mi mente voló fuera de mí por momentos, me quedé en blanco... salí de la aplicación de mi teléfono móvil y cerré los ojos durante un rato, pensando: "no me ha querido en ningún momento, solo ha sido deseo sexual"
Supuse que no le importé lo suficiente o no supe hacerle fijarse en mí como algo más que un cuerpo para follar, entonces abrí los ojos, abrí la aplicación y busqué su perfil, vilvó a ver la foto, a leer el pie de foto y le di un like, ¿por qué no?
Había pasado apenas un mes desde que nos vimos la última vez y Fran tenía novio... de Mikel hacía días que no sabía nada, y yo... yo no dejaba de pensar ne ellos.
Pasé una semana bastante enojado y triste, con ganas de llorar pero... un viernes por la noche decidí salir y me fuí a un bar de sexo, era la primera vez que iba, un tanto miedoso, pero creo que fué la situación ideal para lanzarme a hacerlo.
Cuando entré me dieron una llave de una taquilla, me desnudé y lo único que dejé puesto fue mi jockstrap, mis calcetines y mis zapatillas, me fui a la barra a pedir una copa y me senté en un taburete... era cuestión de tomar 2 o 3 copas rápidamente para perder el miedo y la vergüenza del momento... esa noche quería liberarme y triunfar, necesitaba quitarme de la cabeza a ciertas personas y ciertas barreras.
Me bebí tres copas seguidas, hablando con un par de tíos buenos que vinieron a hablar conmigo, totalmente desnudos y totalmente descarados... y yo apenas les podía seguir la corriente porque no estaba... "suelto" del todo.
Al acabar la tercera copa decidí darme una vuelta por el local mientras me subía el alcohol. Estaba oscuro, algo de luz roja, unas zonas más iluminadas que otras, camas y sillones por todas partes, puertas sin salida y baños sucios.
de repente entré en una habitación muy oscura, casi no podía distintguir ni siquiera las siluetas de quien había dentro... no quedaba mas remedio que guiarse por el tacto...
toqué varios cuerpos sudados, peludos... algunos glúteos y muchas pollas duras... a la vez que me tocaban a mí... no sé por qué, pero esa situación me excitó muchísimo, de repente estaba muy cachondo, pero no sabía qué hacer... pero supieron qué hacer conmigo.
Un tío, a oscuras, entre tantos... me tocó el culo... subió la mano por mi espalda... tocó mi pelo y mi barbar... bajó la mano por mi pecho y yo comencé a tocarle también... al tacto... dios que cuerpo... su polla... dios que cuerpo...
Siguió bajando la mano por mi pecho y mi abdomen hasta agarrar mi pollar... debió gustarle porque ahí se detuvo un rato... yo no veía nada pero... fué él quien se arrodilló frente a mí para chupármela... lamió todo lo que pudo mientras quiso y yo solo sabía gruñir de placer mienteras otras manos ajenas me tocaban todo le cuerpo.
Cuando dejó de chupármela se levantó... le toqué y el seguía tan excitado como al principio... se dió la vuelta y su parte trasera encajó con mi parte delantera de tal forma que casi grito. En ese momento y mientras otras manos ajenas seguían tocando salió la parte más salvaje que nunca había salido de mí... yo gruñendo, él gimiendo y el resto alrededor resoplando.
No recuerdo cuánto tiempo estuvimos follando así y allí a oscuras, pero después me sacó donde había algo de luz, nos miramos, nos besamos y sin pensarlo más me dijo: "vente a casa conmigo"
"Prefiero quedarme aquí un rato más si no te importa, es la primera vez que vengo"
Asintió con la cabeza, me besó y me metió en la boca su dedo totalmente impregnado de algo... de sabor muy amargo y siguió besándome, entonces retorciendo el cuello casi se pone de espaldas sin dejar de besarme... volví a encajarme dentro de él allí mismo, delante de todos, contra la pared, sin miedo, sin piedad, sin remordimiento, sin sentimientos por nadie... Tras unos minutos después... cuando me di cuenta y abrí los ojos le vi a unos 2 metros de mí sonriéndome... intenté explicarme cómo era posible y me dí cuenta que yo me estaba follando a otro tío, exquisito, todo hay que decirlo... pero lo mejor... parecía haber dos tíos más esperando su turno.
Miré a mi cómplice de nuevo y me sonreía... se acercó y me besó. Qué manera de besar... yo seguía follando al otro tío, pero mi partenair seguía besándome y yo le tocaba... le sentí mi cómplice, mi protector... volvió a meter su dedo amargo en mi boca y volvió a besarme...
Al día siguiente, no sé qué hora era... me desperté entre sábanas blancas, con una luz ténue que apenas entraba por la ventana... y él estaba ahí, dormido, a mi lado.
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